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DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Salir al exterior

6 de septiembre de 2022

Con cierta frecuencia nos llegan noticias de empresas del sector que se suman a iniciativas de carácter solidario, cultural o deportivo. Que colaboran y prestan su ayuda a obras sociales que son dignas de apoyo. Es una forma positiva de emerger hacia el exterior para transmitir a la opinión pública que la industria es sensible y se muestra receptiva ante los problemas que preocupan a la sociedad.

El juego ha venido arrastrando desde su legalización, y el asunto aún colea si bien con menor intensidad, un cierto complejo de inferioridad empresarial. La mala prensa y la doble moral por parte de los poderes públicos consiguieron que el sector se encerrara en sí mismo y apenas hiciera intentos para salir de sus cauces habituales. La situación, si bien con manifiesta lentitud, va cambiando y van aumentando el número de firmas del juego que se muestran  proclives a participar en proyectos asistenciales o de ayuda a los más necesitados. Y con semejantes acciones no cabe duda de que el sector ofrece de cara al exterior una prueba más de normalidad respecto a otras ramas de la industria.

En la medida en que sea posible, dado que el capítulo de coste económico está ahí, siempre resultará positiva la presencia de empresas del juego en acciones de ésta naturaleza. Que permiten a las firmas que las protagonizan hacer imagen de marca y, sobre todo, expandir su compromiso con la sociedad y con las cuestiones que demandan una toma de conciencia colectiva. Es un camino que hay que transitar para contribuir el proceso de normalización de una industria equiparable a cualquier otra. Que asume y sabe entender las llamadas de ayuda.