El respeto de los medios generalista al juego es cero. Lo único que difunden es la pieza del escándalo, el titular llamativo y alarmante, hacer sangre en lo tocante a la adicción. No teniendo para nada en cuenta ni estudios, ni datos objetivos ni análisis que reiteran que el colectivo de ludópatas en España es muy minoritario e inferior en número al del resto de la mayoría de países europeos. De lo que se trata, en definitiva, es de condenar la actividad y exhibirla como una peligrosísima lacra social.
Contrasta ésta animadversión manifiesta hacia el juego, ésta inquina pertinaz y ésta nula voluntad por adentrarse en la desnuda realidad sectorial, con sus pros y contras, con la complacencia con la que algunas entidades representativas del sector reciben en ocasiones puntuales la presencia de los medios generalistas. A los que ponen su alfombra roja para que discurran cómodamente por ella, y a los que poco menos que se les cae la baba por la asistencia de tal periódico o cual cadena de televisión. Luego, a la vista de los hechos, los resultados son los que son. Como mínimo decepcionantes y las más de las veces indignantes.
El sector de olvida más de lo que debiera de los que defienden sus intereses, los que dan la cara y los que se la parten por él día a día con los medios especializados. Sencillamente porque para eso están y ésa es su labor. Por eso no estaría de más valorar su papel y pensarlo un poco antes de abrazar complacidamente al oso que terminará triturándolo.