A partir del 9 de mayo, y en la medida en que vayan flexibilizándose en los distintos territorios autonómicos las limitaciones impuestas por el Covid-19, el juego debe ir planteándose, con el debido tiento por supuesto, recuperar poco a poco la normalidad perdida, restablecer los contactos personales más allá de los virtuales, promover encuentros y volver, en definitiva, al cultivo de una relación directa y cordial que ha sido una de las bases sobre las que se asienta el sector y que llevamos demasiado tiempo echando de menos.
Son muchos los meses de aislamiento forzoso los que venimos soportando, largos meses de atravesar una situación que nos ha privado del acercamiento entre las gentes del sector, del abrazo al amigo, de la cordialidad compartida, del intercambio directo de informaciones y proyectos que son el motor de la industria y la piedra angular de su evolución y desarrollo.
Hemos sido objeto de una fase de adormidera que ha mantenido al sector en un estado de semiparálisis prolongada, y ahí seguimos, con las relaciones enfriadas o rotas y estableciendo comunicaciones vía ordenador o móvil. Y los que viven el juego como fabricantes, operadores o profesionales, los que lo sienten con aliento vocacional y pasión que sale de dentro, están y estamos locos por rescatar de una puñetera vez ésa grata sensación de normalidad que nos devolverán los abrazos y las sonrisas cara a cara. Que llegue muy pronto ése día.