Autor

DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Prodigioso Manolo

7 de noviembre de 2019
En España los envidiosos son legión, No perdonan el éxito, el dinero, la notoriedad. Aunque se consiga, como sucede en la mayoría de los casos, a base de mucho trabajo, imaginación y talento. Los mediocres no ocultan su resentimiento ante el triunfo de los mejores, de los audaces, de los que pelean en la arena de la vida y se dejan jirones de ella para salir victoriosos y crear bienestar para ellos y para muchos miles de personas. El ejercito de los envidiosos no los perdona y los distingue con su inquina.
 
Como afortunadamente nunca figuré en ése ejército me congratulo y felicito de que Manolo Lao siga siendo uno de los hombres más ricos de España. Manolo ha sido para el juego un prodigio, un abanderado de la audacia, un tipo con talento natural, vista larga y trabajador aguerrido desde bien chico que fue en su momento uno de los principales artífices de la industria del juego en nuestro país. Todo un paradigma del empresario que parte del cero al infinito, que gana dinero a espuertas y lo hace ganar a mucha gente, que pone en marcha docenas de sociedades y genera miles y miles de empleos, que es un ejemplo de lucha, valentía y tenacidad y que tiene más que merecido el lugar que ocupa en el ranking de los más ricachones. El juego español debería haber tenido más Manolos como él que hubieran aupado, engrandecido y prestigiado al sector. Lo otro es simple y triste rencor frente al éxito que jamás se alcanzará.
 
Manolo Lao, vitalista, volcánico, impredecible y genial es todo un prodigio que añorará siempre el juego español, envidiosos al margen.