El BOE de Castilla y León publicaba la orden, firmada por el consejero de Presidencia de la Junta, Luis Miguel González Gago, del cese a petición propia de María Pilar Delgado Blanco como coordinadora de servicios entre los que figuraba en lugar destacado el juego. Un texto lacónico y frio plasmaba el adiós de Pilar a un puesto al que sirvió durante muchos años con tantísima dedicación como probada eficacia. Con un máximo ahorro de palabras se ponía fin a la trayectoria en un departamento de una funcionaria que si por algo sobresalió fué por llevar a cabo una gestión ejemplar.
Lo del cese a petición propia entraña causas muy diversas que desconocemos y sobre las que por tanto no podemos opinar. Solo Pilar Delgado y quienes han estado cerca de ella en el desempeño de su cometido conocerán las razones de su renuncia, el porqué de no querer continuar realizando una labor en la que había demostrado su más que sobrada competencia.
El Congreso de Juego de Castilla y León cumplió éste pasado octubre su diecisiete edición. En todos éstos eventos, que desde el inicio fueron escalando posiciones en materia de magnifica organización, estuvo muy presente la figura y el trabajo de Pilar Delgado. Que estaba pendiente de todos los detalles, que se desvivía porque no fallara ninguna pieza del engranaje, que era el alma de un aparato perfectamente sincronizado que sentó cátedra de bien hacer y atender. Y de ello podemos dar fé los que acudíamos asiduamente a ésta tradicional cita española del juego.
Sólo por la esencial tarea desplegada de forma ininterrumpida en lo concerniente al Congreso de Juego Pilar es acreedora a un reconocimiento público que ponga de relieve los muchos méritos acumulados, su contribución decisiva al redoblado éxito de la convocatoria. Y el sector de Castilla y León será el llamado a pronunciarse sobre el balance que le merece su trabajo en tan dilatado período de tiempo.
Por mi parte sólo resta añadir que el adiós de Pilar Delgado deja un vacío de proporciones más que considerables en el tratamiento administrativo del juego en Castilla y León. Se ha ido una funcionaria con un alto sentido de lo que es lo público, el servicio a los ciudadanos. En éste crucial cometido deja huella imperecedera que el sector debe valorar y lamentar. Lo del lamento es por una despedida inesperada.
Cuando este artículo estaba ya maquetado me llegan las reacciones de La Junta de Castilla y León. Y quiero resaltar en particular las palabras de Luis Miguel González Gago, tantos años junto a Pilar, en las que resalta sus virtudes profesionales y humanas que son muchas y pone en valor su papel determinante en la Consejería a la que ha prestado impagables servicios. Bien por Luis Miguel.
