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DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Pepe Ballesteros como exportador

15 de noviembre de 2016

Pepe Ballesteros aludió durante su intervención previa al XIII Congreso del Juego de Castilla y León al hecho de que tres años antes se había implantado en la Comunidad el Bingo Electrónico, una modalidad que desde las tierras castellanas se exportó hacia la mayoría del resto de territorios. Y algo idéntico sucedió con la interconexión de ésa misma modalidad y su enlace con distintas comunidades.

Ahora Ballesteros anuncia que el MaxiBingo, que tiene a Castilla y León como laboratorio apropiado, puede ser una de las soluciones futuras para el bingo. Y sus palabras creo que no deben caer en saco roto porque Pepe de bingo sabe la tira, es zorro viejo, poco del negocio se le escapa y atesora experiencia suficiente para haberle tomado el pulso a la actividad y conocer de primera mano que tipo de terapias reclama para que aumente la salud de un sector que lleva demasiados años aquejado de anemia, falta de vitaminas y recetas de reconstituyentes aptas para animar una existencia empresarial castigada por los alifafes.

Lo cierto es que Castilla y León se ha convertido en pionera en materia de bingo. Y ahí ha entrado en juego para que esto ocurriera la inquietud permanente de Pepe Ballesteros en su búsqueda de fórmulas para que el negocio funcione. Empeño que no es nada fácil de no poner para su consecución trabajo, imaginación y dinero. Las tres cosas no le son ajenas a nuestro protagonista. Que lleva laborando desde que era un chavea, sin haber cumplido todavía los catorce años hasta hoy, en que sigue empuñando el timón de su empresa con pulso firme y vista larga. Que en darle vueltas a las alternativas para el bingo le ganan pocos, y que si le dejaran seguro que armaba la marimorena y levantaba las salas. Y de dinero no hablamos porque es de mal gusto, pero Pepe es de los que sabe que el que algo quiere algo le cuesta. Y no duda en ponerlos encima de la mesa.

El bingo, desde Castilla y León, juega a exportador de ideas. Y Pepe Ballesteros sin pedir derechos de aduana.