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DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Otro bingo pirata

10 de julio de 2023

No pasa demasiado tiempo sin que salte de nuevo la noticia: desmantelado otro bingo pirata. El último ha sido en Málaga con medio centenar de personas tachando cartones, a lo mejor reuniendo más público que la sala autorizada más cercana. Esta es una cantinela repetida y eterna, que se remonta a la noche de los tiempos en que se legalizó la actividad y que se ha ido manteniendo y extendiendo sin que los abortos producidos sirvan para erradicar los efectos de ésta plaga ilegal que tiene a Andalucía por uno de sus escenarios preferentes.

Lo de los bingos piratas es mal endémico, herida abierta y no cicratizada en el cuerpo de un sector al que sólo le faltan éstas pérdidas de sangre, que lo son en términos económicos, para ir debilitándose todavía más de lo que está, que es en no pocos casos de respiración asistida y con pronóstico que no invita precisamente al optimismo.

Estamos cansados de repetirlo y nos aburre incidir sobre el asunto. Si se continúa detectando el funcionamiento de bingos piratas es porque las medidas penalizadoras no son tales, es porque la ley no actúa con la contundencia ejemplarizante necesaria para que los desalmados que protagonizan éstas actividades fraudulentas no se lo pensaran antes de cometer tropelías de semejante naturaleza.
 
El bingo clandestino, el juego ilegal probablemente no se acabe nunca. Este submundo mafioso seguirá enquistado en la sociedad. Al menos lo que hay que intentar, con las leyes endurecidas como principal recurso para invitar al desestimiento de la fechoría, es que el problema se atenúe y no siga siendo un cáncer corrosivo para el sector. Es el recurso que queda y no hay más.