El escalafón de los nombres clave del asociacionismo del bingo español está menguando. Por razones de edad u otras causas nos van diciendo adiós algunos de los protagonistas que crearon y pusieron en marcha asociaciones empresariales. Uno de ellos que faltó no hace demasiado tiempo fue Baldomero Benito, presidente del bingo de Cantabria desde que se fundó AEBINCA y uno de los pioneros en éste campo. Ahora ha venido a sustituirle Ernesto Noval, veterano del sector que se erigió en su mano derecha desde muchos años atrás y que sabe de memoria las entretelas del bingo, pues lo ha vivido a pie de obra, y conoce como nadie sus grandes y pequeños secretos.
Conozco a Ernesto Noval de largo tiempo. De cuando viví en primera persona toda la actualidad nacional del bingo al instante. Me pasé un montón de años informando, conversando y dando cuenta de la problemática sectorial de cada región. Y haciendo contactos y amigos. Si quería saber algo de Cantabria el recurso era fácil: ponerme al habla con Ernesto Noval para tener al instante una visión certera de lo que allí acontecía.
Aparte de ser la enciclopedia del bingo de su tierra Noval es, en lo personal, un tipo cordial y afectuoso, de los que van de cara y saben ganarse el respeto y afecto de la gente. Hecho mano de la nostalgia para acordarme de aquélla asamblea de CEJ en Cantabria de la que Baldomero Benito y Noval fueron anfitriones, con visita a la preciosa Santillana del Mar incluida. La playa del Sardinero era un magnífico espejo verdeazul y todo resultó perfecto. Celebro que Noval presida AEBINCA. El es bingo en Cantabria.