Autor

DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Muerte de la Fundación Codere

2 de julio de 2019

No quiero entrar en las causas de la muerte de la Fundación CODERE. Sería meterme en la guerra abierta entre José Antonio Martínez Sampedro y la cúpula de la compañía y no me apetece. Lo que sí me consta, conociendo a José Antonio, es que hay contienda para rato y habrá metralla mediática de por medio y trabajo garantizado para los tribunales. Y ése clima de belicosidad, en los tiempos que corren, no será bueno para nadie y menos para la imagen de CODERE.

Siento el fenecimiento de la Fundación porque fue un vehículo útil para que el juego discurriera por los canales serios del análisis, de la documentación y del estudio. Y en ésa función tuvo un destacado papel José Ignacio Cases Méndez. La Fundación mostró la otra cara del juego y permitió abrir puertas políticas, generar interlocución y dar un cierto lustre a la actividad que nunca lo ha tenido.

La Fundación CODERE procuró ser una adelantada en materia de juego. En ése sentido conviene recordar que en 2011 presentó un libro, “El juego online”, en el que abordaba las consecuencias derivadas de la implantación de éste canal, advirtiendo sobre su incidencia respecto al modelo actual y sus niveles de sostenibilidad.

Que una entidad de ésta naturaleza desaparezca no es buena noticia. Máxime en una época como la que atravesamos en la que el juego debe exhibir otras credenciales que sirvan para conferir un tinte distinto a la actividad. Por otra parte tan denostada.