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DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Mi recuerdo de José Antonio Soriano

14 de enero de 2019

Ahora que se abre una nueva etapa del juego en Andalucía con el gobierno previsto de PP y Ciudadanos quiero echar la vista atrás. Y recordar la figura de José Antonio Soriano que para mí leal saber y entender ha sido el regulador más notable de la Junta, el mayor conocedor del juego  y el más defensor de la actividad también. Presumía, y podía hacerlo, de que lo conocían hasta los mecánicos que reparaban las máquinas, con los que se paraba a charlar e intercambiar saludos. Todo muy propio de él, un tipo campechano, abierto, con su geniecillo en su momento, pero siempre predispuesto al diálogo y la controversia.

Tuve muy largas conversaciones personales y telefónicas con José Antonio. Y no faltaron las discusiones ni los encontronazos verbales. Pero todo ello dentro de un efecto y un respeto que eran mutuos y que denotaban su capacidad de encaje y su rasgo de buena gente. Como director general del Juego de Andalucía se mojó cuando hizo falta y demostró en múltiples ocasiones su complicidad e identificación con el empresariado sectorial.

Tras el relevo de Soriano se sucedieron en cadena los nombramientos. Y a algunos no les dejaron ni tomar aire para respirar y ponerse a actuar. Otros u otras dejaron huella negativa. Y ante la apertura de un nuevo ciclo político en Andalucía quiero evocar la figura de José Antonio Soriano como uno de los grandes valedores del juego en su tierra andaluza.