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DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Marcha atrás en Castilla-La Mancha

28 de enero de 2022

Lo venimos denunciando con reiteración y no hacemos otra cosa que radiografiar la realidad : cuando el juego está más que nunca necesitado de ayudas por razones obvias la mayoría de administraciones actúan en sentido inverso. Es decir se sacan de la manga disposiciones que cargan contra la actividad en materia de limitaciones, prohibiciones, inflexibilidad extrema y hasta apretar un poco más, ¿ más todavía ?, la asfixiante presión fiscal.

Castilla La Mancha dio un vuelco positivo al juego a partir de 2013. Adoptó decisiones valientes plasmadas en medidas liberalizadoras que propiciaron el avance del sector y frenaron la caída de empresas que estaban naufragando por presión económica y ausencia de incentivos. Tres años más tarde y con motivo de la inauguración del GRAN CASINO DE LA MANCHA el consejero de Hacienda dijo públicamente, haciendo acopio de pragmatismo: “Cuanto más dinero gane el casino más ingresos obtendrá la Administración.” Palabras que ponían de manifiesto la voluntad de la Junta de darle al juego la normalización requerida para funcionar dentro de unas reglas razonables y no opresoras.

Ahora la Junta cambia el tercio y da marcha atrás alumbrando un puñado de medidas que significan el retroceso del sector, un frenazo en el momento más inoportuno. Demostrando con ello escasísima sensibilidad y un desdecirse del pasado reciente para sumarse a la corriente política imperante en la mayoría de autonomías. Se trata de tomar parte en el pugilato consistente en que administración jode más al juego. Una corriente auspiciada por la extrema izquierda de carácter meramente ideológico, que amenaza la viabilidad del sector. Con el volantazo en ciernes, la Junta de Castilla la Mancha entra en contradicción consigo misma y denota tanta falta de personalidad política, de fidelidad a unos criterios como de dejarse llevar por el oleaje imperante. Con marchamo ideológico.