Autor

DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Maquinas sin música

27 de julio de 2022

 Vuelve la estampa de la pobre máquina del bar silenciosa, sin música. La máquina que es testigo del descenso a los infiernos de la hostelería y el recreativo, un dúo que hubo un tiempo que funcionó bien y ahora está maltratado por diversos factores, entre ellos una oferta de juego desbocada que está dejando a la maquinita del bar de la esquina sin aliento, huérfana de monedas.

Es una imagen que viene repitiéndose desde la pandemia y que no tiene visos de mejorar. La hostelería, la pequeña empresa del bar o la cafetería, está tocada desde entonces y los síntomas de recuperación no se vislumbran. Sucede todo lo contrario: la baja del consumo es progresiva. Pedir con semejante panorama que la máquina funcione, tenga alegría y contribuya como antaño hizo a tapar agujeros es una quimera. Cada vez son más los parroquianos que se guardan el eurito que sobró del almuerzo o el desayuno y dan la espalda a la máquina. Y cada vez son más los que le dan esquinazo por el simple hecho de encontrar mayores alicientes y recompensas en otros locales.

La máquina del bar, el simpático y bien equipado artilugio del que se desprenden sonidos, músicas y tintineo de monedas que nos son familiares por haberlas escuchado en múltiples ocasiones está en cuidados intensivos, falta de fuelle, carente de energía.

¿ Hay solución para que la máquina del bar deje de ser un testigo casi mudo del entorno hostelero ? No soy augur y desconozco la solución. Fabricantes y operadores son los llamados a aportar soluciones para que la máquina resurja y no la enterremos. Sin olvidarnos que las administraciones tienen su grandísima culpa por su descontrolada voracidad recaudatoria.