Autor

DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Loyra canta los cuarenta

14 de septiembre de 2022

El despacho de Abogados LOYRA canta los cuarenta. Cuarenta años prestando servicios jurídicos de altura profesional y dedicados de pleno a la industria del juego donde, en base a su trayectoria, ha sabido ganar respeto, credibilidad y largo crédito entre los representantes del sector. Pertenezco a la corta hornada periodística que inició su labor coincidiendo con los primeros tiempos de la legalización del juego. Cuando alrededor de la actividad surgían no pocas incertidumbres, lagunas, dudas y el desconcierto propio de una actividad que daba sus primeros pasos amparada por la ley.  De aquélla época tan temprana data la notoriedad alcanzada por los socios fundadores de LOYRA, José Ramón Romero y Carlos Lalanda, que supieron especializarse en la materia, despejar incógnitas, aclarando cuestiones, ganando litigios y convirtiéndose en las voces autorizadas que asesoraban con conocimiento de causa.

Por tan sólidos razonamientos Romero y Lalanda se han erigido, mediante hechos probados, en intérpretes jurídicos de primer nivel cuando se abordan los en ocasiones tan complejos asuntos legales relacionados con el juego. Ambos atesoran un caudal de conocimientos y experiencias. Y se han ocupado y preocupado de estudiar y diseccionar los temas que afectan a un específico ámbito de actuación con el máximo rigor y con una aportación de soluciones propia de quienes están años en la brecha y son dominadores de la situación.

Al cantar los cuarenta Romero y Lalanda pueden sentirse plenamente satisfechos. Su despacho es sinónimo de garantía y eficacia, de profesionalidad refrenada por las causas de las que han salido triunfadores. Y por un dato, siempre muy reconfortante en lo personal, de tener garantizada la continuidad de LOYRA. Las hijas de ambos, Cristina Romero y Patricia Lalanda, dos juristas jóvenes y brillantes que ya han dado muestras de su competencia,  están ahí, en estado de alerta y con las antenas fijas en el futuro, para cantar otros cuarenta y los que hagan falta.