Son los tres mosqueteros del bingo valenciano. Luis, Fernando y José Vicente en cabeza. Su padre, Vicente Serneguet, al que conocí y traté en las primeras directivas de EJUVA, era una persona discreta y muy educada. Los hijos han heredado las virtudes de su progenitor y se mueven en el sector sin hacer ruido pero pisando fuerte. Poseen en la actualidad siete salas que cubren un amplio espectro de la ciudad y provincia. Mantengo una cordial conversación con José Vicente que sigue fiel a su actitud de siempre, que consiste en restar importancia a la trayectoria empresarial de su familia y al protagonismo que viene ejerciendo, desde muchos años atrás, en el panorama asociativo valenciano en el que ha asumido las mayores responsabilidades.
Los Serneguet han llevado a cabo una reforma integral del Bingo EXTREMEÑO de Valencia. El resultado obtenido es una sala coqueta, luminosa y extremadamente confortable. Han realizado una inversión notable y las mejoras obtenidas saltan a la vista. Tras el cambio operado José Vicente admite que el EXTREMEÑO se ha convertido en el principal emblema de la empresa. Hablo de una sala con tirón y dotado de un conjunto de paneles que facilitan al público una información constante y variada. Todo un lujo de atención para con la asistencia.
José Vicente Serneguet cogió el testigo de su padre y comenzó joven haciendo camino en el bingo. Atesora por tanto experiencia sobrada en el quehacer profesional y asociativo. Junto con sus hermanos viene dando pasos firmes en el sector y los realizan sin alardes de ningún tipo y sabiendo bien lo que quieren y la posición que pretenden ocupar en el mercado del ocio, que en el caso del bingo es cada día más complicado. Compartir un rato de charla con José Vicente, en su espléndido EXTREMEÑO, me ha permitido un reencuentro amistoso con gentes a las que aprecias. Y él está en ésa lista.