Autor

DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Los Rascas

18 de julio de 2022

Los barómetros del juego dan cuenta de que los Rascas de la ONCE son el producto que más ha subido en ventas durante los últimos años. No es de extrañar que esto sea así debido a las intensísimas campañas publicitarias que desarrolla la Organización Nacional de Ciegos en las que los Rascas tienen el dudoso honor de abrir noticiarios de las grandes cadenas televisivas.

Recuerdo que cuando se reprochaba al gobierno de turno la absoluta tolerancia existente para publicitar los juegos públicos y semipúblicos y la mordaza impuesta a los privados la respuesta era siempre la misma: la inmediatez del premio en los privados constituía un factor determinante para poner barreras a su divulgación.

El rasgo principal de los Rascas consiste precisamente en que el jugador sabe al instante si ganó o perdió. Pero no hay que alarmarse: ésta es una inmediatez de carácter suave, de las que no incitan a la adicción, de las que sólo emocionan y no generan ni una pizca de riesgo para el enganche.

Los Rascas suben y nadie los teme ni los denuncia. A pesar de que se vendan en todas partes y se acerquen con absoluta naturalidad hasta las puertas de los institutos docentes y hasta donde haga falta. Y todo ello acompañado por el repique sonoro, insistente, alegre, bullicioso, prometedor y todo lo que imaginen propio de un jueguecito blanco, puro y angelical. Ya saben: a rascar rascas que son estupendos y no hacen ningún daño. Y la ONCE tan contenta como virginal en cuestión de adicciones. Vaya cara.