Autor

DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Los que no están

16 de octubre de 2020

Paso por una calle y me encuentro con la imagen de un bar de toda la vida, de ésos que eran templos laicos de confraternización, calor social y alegría del alma y lo encuentro cerrado. Subitamente se ha borrado de la fisonomía urbana un local que formaba parte de la pequeña historia de la ciudad, de sus entretelas cordiales, de las señas de identidad del barrio. Y siento que algo muy íntimo y entrañable para algunos vecinos se ha perdido dejando un vacío de soledad y recuerdos .

El deambular callejero hace que tropiece con la fachada de un restaurante clásico, de los que han sido escenario de comidas fraternales o celebraciones familiares en el que luce un cartel diciendo se traspasa. De golpe una casa con muchos años de antigüedad, que atesora vivencias de varias generaciones de clientes nos han dicho adiós de manera abrupta e imprevista, sin tiempo siquiera para entonar un responso en forma de brindis apresurado y sentido.

Son dos casos que sintetizan los muchos que ya no están y a los que no les quedó más alternativa que bajar la puerta, apretar los dientes y quedarse con el corazón roto y el bolsillo vacío. Dos ejemplos dolorosísimos, de los muchos que se están dando, de familias, de gentes de la hostelería que de golpe se han quedado en la calle, sin recursos y sin ayudas, victimas de una incompetencia política manifiesta. No sé al final de ésta tragedia cuantos muertos sumará la pandemia. De lo que no albergo duda es que mucha gente se asomará, sin remedio, al precipicio del hambre.