En el juego, como en todos los ámbitos de la industria, lo del relevo generacional en las empresas hay ocasiones en las que se produce con normalidad y éxito y otras en las que sale fatal y todo se va al carajo. De éstas últimas he conocido casos que claman al cielo, en los que el derrumbe estrepitoso, que resultaba impredecible, se produjo de manera lastimosa.
Traigo aquí hoy la cara positiva. La de la empresa familiar que continúa y se fortalece cuando toma el timón la segunda generación. Es el caso de VIDEOMANI, la firma radicada en Mislata ( Valencia ), que fundó Luis Martínez Ballesteros hace nada menos que cincuenta y cinco años atrás y que ha dejado vía libre en la dirección general a su hijo Luis Martínez Martínez que junto a su hermana han tomado las riendas de VIDEOMANI y REPLAY, que incluye salones, bingos y máquinas y opera en la Comunidad Valenciana y Castilla La Mancha.
Recuerdo el impacto que me produjo mi primera visita a la sede de VIDEOMANI. Estaba y está en el antiguo cine Sur de Mislata, un especio inmenso que adquirió Luis Martínez senior y lo dotó de grandes servicios. Aquélla era la culminación de una etapa de crecimiento que fue extendiéndose a lo largo del tiempo hasta llegar a la asunción de responsabilidades por parte de la segunda generación de los Martínez. Luis junior está desde los quince años involucrado en la empresa. Ha pasado por todas las secciones y desempeñando todos los cometidos. Cree en los recursos humanos y fomenta el espíritu de equipo. Esté acostumbrado a faenar duro y a involucrarse a fondo en los avatares de la compañía. Está en la tarea de potenciarla pero sin perder la calma y sin lanzarse a aventuras que no estén plenamente consolidadas. Con éstas aportaciones, sustentadas en el realismo, la seriedad y la prudencia me alegro por los Martínez de VIDEOMANI. La segunda generación continúa teniendo, afortunadamente, mucho futuro por delante. Que lo conquisten como hizo su progenitor.