En el sector, como en todos los ámbitos, hay gentes espabiladas. Tanto que sólo miran por sus intereses. Pasan de los demás como si el resto viviera del aire. Suelen desdeñar a los medios especializados cuando les pides una colaboración económica a cambio de una determinada propuesta en forma de patrocinio o divulgación de imagen. En éste capítulo aducen que no juegan porque no es de su interés o no disponen de presupuesto. Por descontado que hay que mostrarse respetuosos con la postura. La marcha de las empresas la marcan sus directivos y ahí nadie es quién para meterse faltaría más.
Lo que resulta cuanto menos chocante es que algunos de los que desestiman cualquier propuesta del medio previo paso por taquilla lo hagan sistemáticamente. Y, sin embargo, no muestren el menor empacho, ni el mínimo decoro al proceder a la inauguración de un local o difundir una información trascendente para sus intereses, que en el fondo no es otra cosa que mensaje publicitario encubierto. Entonces no dudan lo más mínimo en remitir cuantas fotografías sean necesarias del local objeto de apertura o insistir sobre la publicación del texto que consideran fundamental para alcanzar sus objetivos. Pero eso sí, sin coste alguno, todo por la patilla.
Los espabilados de turno, que consideran nos hacen un inmenso favor con el envío de sus informaciones gráficas o escritas, parece que están convencidos de que los medios vivimos del aire, estamos al margen de la política comercial y debemos estar permanente en posición de servicio sin percibir la menor remuneración por ello. Nuestra principal función es informar puntualmente a nuestros lectores y tenerlos al corriente de la actualidad sectorial. Y lo hacemos por descontado que sin coste alguno. Pero también ejercemos una labor comercial que es la que propician unos ingresos para el mantenimiento y sostén de la entidad. Que los espabilados de turno sólo estén a las maduras y nunca a las verdes es algo que nos duele y lamentamos. Y que pone de manifiesto tanta insensibilidad como cara dura ante la función que venimos desarrollando. Espabilados bien, pero sin pasarse, que eso jode y mucho.