Para la salud del alma no hay medicina mejor que reencontrarte con los amigos y amigas. Que ahora, tal y como está el patio, hay que hacer mención expresa de ellos y ellas. En caso de no mencionar la dualidad de sexos te cae una condena por machista de no te menees. Pero a lo que vamos: practicar el sentido de la amistad, reverdecer los afectos, disfrutar del abrazo cálido, revivir vivencias y salir de nuevo al encuentro de aquéllos a quienes te unen lazos de confraternización nos acerca un poco al lado amable de la existencia, ése lado que conviene fomentar si queremos sacarle cierta sustancia personal al acontecer cotidiano.
Expreso éstos pensamientos en voz alta mientras cuento los días que faltan para reencontrarme con gentes a las que aprecio y quiero. Que llegarán a Valencia porque nunca dejan de acudir a EXPOJOC. Muchos de ellos estarán aquí por razones de carácter empresarial o profesional. Por el lógico interés comercial que lleva implícito todo evento de ésta naturaleza. Pero me consta que al margen de éstas causas objetivas que resultan determinantes para justificar la presencia en Valencia también para algunos cuenta el factor humano, la posibilidad de avivar unos nexos de amistad que la distancia se ha encargado de adormecer o de entibiar.
Y Valencia, y EXPOJOC, por la predisposición innata de la ciudad a abrir sus brazos campechanos y envolver al forastero con un halo de franca hospitalidad, y por las propias dimensiones de recinto donde se celebra el evento, constituyen en ambos casos un escenario propicio para que las relaciones personales, los vínculos de amistad se aviven de manera espontánea y las distancias se acorten y los abrazos inunden de alegría el ambiente.
Porque EXPOJOC se concibió como una manifestación comercial del juego y de las ideas y propósitos de los fabricantes y empresarios del sector para el acercamiento de reguladores y administrados y, por encima de todo, con la mirada puesta en hacer de la cita una fiesta de la amistad que trasciende y enaltece a quién la prodiga con voluntad sincera y afán por reforzar ésos vínculos. Que son los que ayudan a que la vida sonría. Con el ánimo levantado aguardo a mis amigos, que son los de EXPOJOC.