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DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Lo de Andalucía, un ejemplo a seguir

26 de noviembre de 2025

El pacto entre ASAEBIN y ASOBING que desembocará próximamente en la unificación del bingo de Andalucía pienso que es un ejemplo a seguir. Y lo es por la sencilla razón de que en aquéllos territorios en los que existe diversificación asociativa resulta que, a la hora de la verdad, están de acuerdo en lo fundamental. Si esto es así, que lo es ¿ a que viene la división que, de cara a los que mandan y ordenan, sólo sirve para debilitar al sector ?.

Recuerdo que muchos años atrás, cuando en Andalucía era José Antonio Soriano el responsable del juego, me expresó su contrariedad ante el anuncio de la escisión asociativa del bingo. Y declaró al respecto: «Esto no facilita la evolución sectorial.» Y andando el tiempo el actual mandatario de la actividad en el territorio, Manuel Vázquez, me confesó abiertamente «que sería una estupenda noticia la fusión de las dos asociaciones», acontecimiento que se producirá en breve.

La posición de las Administraciones se ha mostrado normalmente partidaria de una interlocución empresarial única, si bien, como no podía ser de otra manera, han dejado en manos de los directivos la definición del rumbo de sus asociaciones.

Madrid, Cataluña y Comunidad Valenciana continúan en los momentos presentes con un mapa asociativo del bingo ampliado. En el primero de los casos es más simbólico que real puesto que ASEJU aglutina en su seno la máxima representatividad. No obstante sería recomendable que en los tres territorios citados se abriera una puerta para la negociación en busca de una unidad que lo que traerá consigo es, sin dudarlo, un fortalecimiento del sector de cara a un futuro del que pueden derivarse cambios sustanciales y sobre el que habrá que plantear propuestas ambiciosas y consensuadas entre quienes, en lo sustancial, admiten tener una coincidencia plena.

Divide y vencerás. Tras éstas palabras se han parapetado algunas administraciones para demorar cualquier mejora o mantener adormecido al sector. Por descontado que las asociaciones son dueñas de sus destinos y harán lo que estimen oportuno o conveniente para sus intereses. Pero una llamada al diálogo y la posibilidad de entendimiento puede resultar beneficiosa para todos. En Andalucía así lo han pensado.