Autor

DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Llega el insomnio

14 de noviembre de 2019
Decía el señor presidente del gobierno en funciones, don Pedro Sánchez, hace como cuatro días, que no podría dormir con un vicepresidente al lado como don Pablo Iglesias o vicepresidenta como doña Irene Montero. Y de pronto, tras pasar por la consulta del doctor don Iván Redondo, parece que no tendrá ningún problema de sueño, ninguna pesadilla, ninguna duermevela teniendo a su vera al señor Iglesias. Se acabaron de golpe para Sánchez los problemas de insomnio, las moches en blanco, el sentir cerca el aliento de un tipo que aseguraba que no era de fiar. Un cambio tan drástico, tan imprevisto, denota la catadura moral y la coherencia de un tipo que con tal de disponer de cama en la Moncloa es capaz de perpetrar las mayores barbaridades.
 
A los que les llega un período de insomnio profundo, de los que no te dejan pegar ojo, es a millones de españolitos. Porque la que se avecina es gorda en lo tocante a esquilmar los bolsillos de mucha gente, a los cercos fiscales, al intervencionismo estatal. Y en cuanto al juego, ¿qué quieren que les diga? Las pruebas que vienen dando los populistas, a las que se suman por mimetismo y cobardía el resto de formaciones, no auguran nada bueno. Un frentepopulismo instalado en el gobierno no resulta nada tranquilizador para nadie sensato. Y para el juego menos. Una parte importante del país parece condenada al insomnio. Pero no hay que perder la esperanza. Y al menos confiar en que la pesadilla dure lo menos posible.