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DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Leyendas

24 de noviembre de 2021

Con motivo de la comparecencia de Juan Lacarra ante la Comisión de Hacienda del Parlamento de La Rioja quedó probado que el 87% de los salones del territorio están instalados en zonas de renta media y alta.

Otro tanto acontece con  Madrid donde un informe demuestra que las casas de apuestas están radicadas en zonas de gran actividad comercial, de alta densidad de población, de afluencia de público y por tanto de vecindarios de poder adquisitivo medio o alto.

Podrían citarse ejemplos de la mayoría de autonomías que dejan probado testimonio de que los establecimientos de juego buscan acomodo en espacios urbanos bien dotados para el desarrollo de sus negocios. Es decir barrios poblados con abundancia de servicios comerciales y habitados por gentes de clase media.

El objetivo de éstos locales no se fija nunca, por simple cálculo económico, en ubicarse en barrios extremos o en sectores urbanos económicamente depauperados porque en tales sitios la posibilidad de que la caja funcione es más bien escasa. Este hecho, probado en no pocas ciudades, tira por tierra la leyenda de los salones como factor de ruina de los barrios empobrecidos, como elemento desestabilizador de las familias sin recursos.

La leyenda, que como todas tiene un mayor componente de fantasía que de verdad, ha calado en una parte de la sociedad. Instrumentada por una ideología concreta que no hace otra cosa que insistir en su propagación. Y así anda el juego y sus salones. Cabalgando como puede a lomos de la mentira. De la leyenda.