Hablamos de marzo de 2006. Han pasado nada menos que dieciséis años. Y esto indica el sentido de la anticipación en materia social que demostró José Ballesteros, muy bien acompañado en lo jurídico por Jesús Serrano, al poner en marcha la FUNDACION DEL JUEGO DE CASTILLA Y LEON auspiciada por todos los bingos del territorio. Fue entonces, y sigue siendo hoy, una iniciativa pionera, precursora en muchos sentidos, que dinamitó moldes y puso sobre la mesa la idea de que el bingo quería estar cerca de la sociedad, de sus problemas e inquietudes y de su voluntad de contribuir con hechos y donaciones a la resolución de problemas. Nadie había hecho nada similar, nadie albergó semejante propósito y Ballesteros y el bingo supieron materializar tan ambiciosa propuesta. Hay que resaltar la predisposición y el apoyo prestado por Alfonso Fernández Mañueco, entonces consejero de Presidencia, y Luis Miguel González Gago.
A lo largo de más de tres lustros la FUNDACION ha costeado obras y prestado ayuda en distintos ámbitos. Todo ello pagado mediante las aportaciones económicas de las salas. Y ha establecido convenios de colaboración, que se renuevan un año tras otro, con las asociaciones de jugadores rehabilitados. O sea que llevan la suma de catorce años facilitando la aplicación de políticas preventivas para atajar los problemas derivados de la ludopatía. Y en éste sentido vienen desarrollando sin darse tregua una función basada en la responsabilidad empresarial. Lo han realizado sin alharacas, sin autobombo, con tanta efectividad como discreción. Por ello tal vez no ha sido reconocida ni valorada la importancia de la FUNDACION y la senda que marcaron en su momento, cuando nadie hablaba del asunto, José Ballesteros y Jesús Serrano y el bingo de Castilla y León. Son cosas que pasaron y hay que recordar.