Autor

DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

La bandera de Castilla y Leon

9 de septiembre de 2022

 La Junta de Castilla y León es la única autonomía que ha tenido los cataplines de abanderar un Congreso de Juego. En su momento supo despojarse de hipocresías, tabúes, prejuicios y leyendas negras e hizo realidad una iniciativa que no ha vuelto a tener imitadores en el resto de autonomías. Lo hizo a lo grande, con la cabeza muy alta y contando con la participación efectiva de las asociaciones empresariales del sector que trabajaron codo con codo junto a la Administración para sacar adelante el proyecto. Que cuajó espléndidamente desde el principio alcanzando una pronta notoriedad que hizo del evento una cita ineludible para el juego español.
 
La iniciativa no hubiera sido posible sin nombres y apellidos. Están los de los dirigentes de las patronales del juego que se sumaron a la idea con entusiasmo y aportaron medios para su realización. Y luego quienes desde la Junta pusieron en marcha el motor para que el Congreso pudiera rodar, alcanzar la velocidad precisa y traspasar la meta del éxito. A la que se ha venido llegando a lo largo de dieciséis años que son años.

Fue Alfonso Fernández Mañueco, a la sazón consejero de Presidencia, el que asumió en primera persona la materialización del proyecto. Y lo hizo sin complejos, con toda la naturalidad del mundo y dando la cara por el juego algo nada usual entre los políticos. Y contó con la participación activa, eficaz y entusiasta de Luis Miguel González Gago quién durante quince años llevó el timón del Congreso y sentó cátedra de bien hacer. Luísmi le confirió dimensión y calidad al evento y ejerció sus funciones de anfitrión de manera admirable. A su lado, Pilar Delgado, una funcionaria que presta al empleo categoría y lo desarrolla con tanta eficacia como plena voluntad de servicio.
 Esta es la historia y por ello hay que celebrar que la Junta enarbole de nuevo la bandera del Juego en su próximo Congreso.