Cuando acabe el mandato para el que ha sido reelegido José Luís de Pedro cumplirá veinte años capitaneando ASEJU. Llegó al cargo en noviembre de 2000 al renunciar Alejandro Colubi a la presidencia. Colubi, fundamentalmente hombre de teatro, muy respetado por las gentes de la farándula y gestor de éxitos escénicos que han marcado época, dio al cargo brillo dialéctico y empaque. La verdad es que su personalidad sobresalía entre el empresariado del sector, encontrando por ello, cosas de la envidia, no pocos detractores. Pero Colubi, que es un tipo brillante, los desdeñaba.
De Pedro cogió ASEJU hecha unos zorros por la escisión que protagonizaron Carlos Castillo y Rafael López, con Manuel Matamoros en la trastienda, al crear OMEGA. Pero apoyado en una vieja guardia en la que descollaba el desaparecido José Luís Palmero, que tras duros enfrentamientos me honró con su amistad, tuvo la habilidad suficiente para enderezar el barco y ponerse a navegar en mares a veces tempestuosos en los que sorteó los obstáculos con pericia.