Autor

DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

José Ballesteros, raza empresarial

10 de octubre de 2018

Hablemos hoy de cuestiones de enjundia. Que respiran humanidad, ímpetu y deseos de ensanchar los sueños, de hacerlos realidad. Escribo y estoy pensando en Pepe Ballesteros, amigo de 30 años atrás o mas, que anda sin darse respiro transformando de punta a cabo su empresa, dotándola de armas más eficaces para salir victorioso frente a la competencia, profesionalizándola con fichajes notables, incentivando y potenciando sus recursos humanos y pensando en robustecer la potencia de su Grupo, que es uno de los punteros del país y no parece tener techo.

Pepe Ballesteros, me lo ha contado mas de una vez, lleva trabajando, lo que se dice currando en serio y haciendo bueno lo del sudor en la frente, desde que era un chaval de diez o doce años. Y desde entonces no ha parado. Lo suyo ha sido una carrera en la que han abundado los obstáculos – que en ocasiones parecían insuperables – que nuestro hombre ha recorrido con esfuerzo, vista y astucia, con los cinco sentidos en estado de alerta permanente para evitar la jugada artera o el golpe por sorpresa. Que los ha recibido pero de los que ha sabido salir fortalecido.

Ballesteros podía estar a día de hoy calentándose al sol de la playa o atravesando el mundo entero placenteramente. Ejercicio que suele practicar de vez en cuando siguiendo de paso a su querido Real Madrid. Pero sus viajes, sus visitas, su curiosidad responden en última instancia a una visión de la vida centrada en el negocio, en la empresa, en el ser y crecer del Grupo que lleva su nombre. Ballesteros, empresario de raza, es uno de los mas claros exponentes del partir de cero personal hasta el infinito empresarial. Y así sigue.