Han tenido que pasar más de treinta años para que Jesús Serrano se hiciera visible en el plano asociativo. Y cuando digo visible me refiero al desempeño en éste ámbito de un puesto presidencial, de ésos que suelen dar lustre, luz y fotografía. Ahora lo han elegido principal mandatario de EJUCAMAN con lo que entra por derecho en el olimpo de los ilustres del asociacionismo.
No es que Serrano fuera hasta ayer invisible, lo que sería mucho decir de su capacidad para pasar desapercibido, pero lo cierto es que su trabajo, muy constante y muy eficaz, lo ha venido haciendo en la trastienda quedándose a un lado, manteniendo deliberadamente una posición secundaria. Cuando en realidad y durante un puñado de años quienes estamos en esto del juego sabemos que Jesús ha sido muñidor de ideas, propuestas, recursos e iniciativas que han canalizado varias asociaciones del bingo español a instancias suyas. Todo ello realizado con sentido de la discreción y sin ánimo manifiesto de figureo.
Por fin Jesús Serrano accede al mando en plaza del juego en Castilla La Mancha. Y a quienes le conocemos de largo nos consta que ha estrenado un traje en el que no se siente del todo cómodo porque lo suyo es otra cosa. Pero tampoco está de más asumir un cargo que le confiera la visibilidad que merece en el juego español. Que es notable.
