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DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Inmaculada Domínguez y las vueltas de la vida

5 de octubre de 2023

El tiovivo de la vida gira sin cesar. Y en ocasiones en ésas vueltas incesantes se retorna de alguna manera al punto de partida. Es un ir y venir que por arte de la casualidad provoca reencuentros con un tiempo ya lejano y sirve para avivar recuerdos adormecidos y todavía muy presentes en la memoria.

Vaya ésta introducción para decir que el nombramiento de Inmaculada Domínguez Calomarde como directora general de Tributos y Juego de la Generalitat Valenciana me ha metido de nuevo en ése carrusel de la existencia del que se desprenden de pronto vivencias y afinidades. Resulta que al cabo de los años, de una buena porción de ellos, emerge la figura de Domínguez como mandataria del juego y caigo en la cuenta que tuve con su abuelo paterno, Juan Domínguez, una relación fluida y cordial. Y también, aunque menos por razones de edad con su padre, Vicente Domínguez Calatayud, registrador de la propiedad y profesional muy destacado en dicho ámbito.

Con Juan Domínguez, funcionario de Hacienda muy entregado al servicio de lo público, coincidí y trabé amistad en su Agres natal. Un pueblo de encanto inigualable perfumado por los aromas de la sierra Mariola en la que mi familia tiene una casa en lo alto de la villa, allí donde los cipreses van señalando la subida hacia el convento. Con Juan Domínguez, cuya influencia en Agres era notoria, me contagié de su pasión por un entorno paisajístico de belleza natural inigualable que traté de reflejar, a instancias suyas, en artículos publicados en Las Provincias donde escribía a diario. Hablo de más de cincuenta años atrás, cuando su hijo Vicente, padre de Inmaculada y estudiante en aquélla época, acudía a los bailes que se celebraban en el azud con ocasión de las fiestas de la Virgen de Agres.

Juan Domínguez nos dejó mucho tiempo atrás pero con su recuerdo me queda la alegría de ver a su nieta como principal responsable en la Comunidad Valenciana de una actividad a la que, desde mi atalaya periodística, he dedicado un puñado de años y crónicas sin fin. Mediante estas líneas sólo me resta desear lo mejor a Inmaculada Domínguez Calomarde en su gestión. Y que sea muy bienvenida.