Autor

DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Huir de la política

20 de octubre de 2022

Tengo algunos lectores, lo que ya es insólito en época huérfana de amantes de leer, de coger un libro, de hojear un periódico. Y uno de ésos adictos, a los que agradezco infinito su fidelidad, me reprocha cordialmente que no escriba artículos sobre temas políticos al menos esporádicamente.

Respondo a mi amable comunicante que la razón es una y concluyente: Visto el escenario político del país; la capacidad y talla interpretativa de sus principales actores; los pueriles y casi infantiles argumentos que utilizan; la pobreza de sus recursos oratorios; la propensión que la mayoría tiene hacia el insulto al oponente; la falta de ingenio y riqueza verbal que exhiben y la ética y estética que distingue a la mayoría de sus señorías logran que uno abomine del juego político, que se sienta aburrido, asqueado e indignado ante un panorama impregnado de mediocridad donde personajes de segunda y tercera categoría repiten cual papagayos discursos manidos carentes de ideas y desprovistos de originalidad. Todo en la política española es reiteración, ataque despiadado al de enfrente, estimular la división y el enfrentamiento y un hurgar en heridas que creíamos cicatrizadas y vuelven a abrirse y a sangrar.

No, me niego rotundamente a perder el tiempo con ésta troupe que han convertido el parlamento en un circo donde más que reír, que también, las actuaciones de los padres de la patria brindan motivos para el bochorno, para el cachondeo y hasta para la ira. Y uno no quiere que le suba la tensión ni le dé un jamacuco. Y la receta es clara: huir poniendo pies en polvorosa de una política y unos intérpretes que, de verdad, no nos merecemos. Hasta aquí llego en mi explicación.