Autor

DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Grande Manuela

19 de febrero de 2025

Manuela. Con decir su nombre sobran los apelativos. Ha sabido ganarse el aprecio y el respeto de mucha gente. Y todo el mundo la identifica con la imagen de su empresa: ZITRO, en la que está desde el arranque gozando de la confianza y el respaldo de su creador, Johnny Ortiz. Johnny, empresario de vista larga y talento natural, supo lo  que hacía al jugar la carta de Manuela y  delegar en sus funciones una serie de cometidos a las que ha ido respondiendo con un alto sentido de la responsabilidad y, sobre todo, con las dosis de tacto y mesura que distinguen a los grandes profesionales. Y ella lo es por méritos más que acreditados.

Volviendo la vista hacia el pasado evoco mi primer encuentro con Manuela Jiménez. Tuvo lugar en Sao Paulo hace un puñado de años. Ejercía allí la función directiva en la delegación de R. FRANCO. Un cometido nada fácil en un mercado tan duro como competitivo. Había que pelear a fondo para conquistar objetivos. Me impresionó en aquélla ocasión la imagen de una mujer que bajo una aparente fragilidad dejaba traslucir unos criterios firmes, unos conocimientos avezados y un saber adaptarse ante cualquier situación por complicada que fuera. Sin estridencias, sin perder la sonrisa pero defendiendo su parcela con la máxima voluntad y el mayor denuedo.

A partir de aquéllos días lejanos he seguido cultivando la relación y la amistad con Manuela. Y he sido testigo de una línea de conducta inalterable en lo profesional. En la que siempre sobresale un saber situarse de acuerdo con el momento y las circunstancias. Lo que habla bien a las claras de su experiencia y de su habilidad extrema para salir airosa de las situaciones más comprometidas. Algo que sólo está al alcance de los profesionales más diestros, y Manuela lo es como el que más.

Manuela y ZITRO. Dos nombres indisolubles que se asocian de inmediato. Es uno de los principales apoyos de Johnny Ortiz en la espectacular singladura de la compañía que ha conquistado, con imaginación y productos, el mercado del mundo. Por si los atributos descritos no fueran suficientes hablamos de una trabajadora ajena por completo al desaliento. ¿Cabe decir algo más? Si, por supuesto: Grande Manuela.