Hay personas que ejercen cometidos de máxima responsabilidad en la función pública que están en un segundo plano. Que no se proyectan en los focos mediáticos pero que en sus trabajos resultan esenciales por sus conocimientos y por lo que aportan a los temas de su competencia. Una de ésas personas que cobra en el caso que nos ocupa especial relevancia es Gracia Martin-Duarte, la subdirectora general del Juego de la Comunidad de Madrid que posee una trayectoria destacadísima en un ámbito que conoce como muy pocos y al que lleva dedicándose por espacio de treinta años.
A día de hoy ningún miembro de ninguna Administración puede exhibir un curriculum como el de Gracia en materia de juego. Es la decana de la actividad y una verdadera enciclopedia del sector y sus múltiples avatares. Estuvo integrada en la Comisión Nacional del Juego cuando las competencias todavía no se habían transferido. O sea que está familiarizada con las leyes, decretos y normativas que han venido regulando el desarrollo de la industria desde sus inicios por lo que no existen secretos para ella. Su trayectoria se completa con la de veinticuatro años al servicio de la Comunidad de Madrid, donde ha alcanzado por méritos más que acreditados la subdirección general, la que está al tanto, día a día, del desenvolvimiento del sector y permanece en estado de alerta frente a sus problemas y reivindicaciones.
Tan dilatado período en un puesto clave le han permitido a Gracia Martin-Duarte establecer nexos de diálogo y entendimiento con las respectivas asociaciones empresariales, que valoran y mucho los frutos derivados de su experiencia y el dispensarles un trato caracterizado por la cercanía y el talante abierto.
EXPOJOC ha contado en sucesivas ediciones con la presencia de Gracia. En muchas de ellas acompañando al por tantos motivos inolvidable Fernando Prats. Y en la última con Ramón Cubián. Y en todas ésas visitas ha dejado constancia del señorío natural que transmite su persona. De un saber estar digno de elogio y de una actitud atenta a los asuntos del juego que tanto domina y del que tanto sabe. Gracia, o el inmenso valor de la eficacia.