Autor

DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Ferrer Molina, uno de los nuestros

17 de febrero de 2016

Vicente Ferrer Molina comenzó su andadura periodística en SECTOR DEL JUEGO. En aquéllos inicios, tres décadas atrás, dejaba traslucir un gracejo natural al ponerse frente a la máquina de escribir y sentido de la ironía. Tenía hechuras de periodista, de los que saben juntar las letras con armonía, y el tiempo se encargó de confirmarlo. De redactor jefe de ésta casa pasó a los diarios Mediterráneo y Las Provincias. Fue subdirector de El Mundo en la Comunidad Valenciana y redactor jefe en Madrid y ahora ocupa la subdirección de El Español que dirige Pedro J. Ramirez. Su trayectoria deja ver a las claras que es un profesional valorado y curtido en no pocas batallas del papel impreso y que pelea actualmente en las trincheras digitales donde la lucha es dura.
 

Ferrer Molina (Valencia 1964 ) es uno de los nuestros y por eso nos sentimos orgullosos de traer aquí su nombre como autor de un libro, recién horneado, que ya está en las librerías. Se trata de “Buenas noches y saludos cordiales. José María García, historia de un periodista irrepetible.”

Los apasionados del fútbol o del ciclismo; los amantes del deporte en general, los que se iban a la cama o estaban en ella pegados a la radio para oir las soflamas de “butano” o “butanito” por lo del tamaño, y no podían dormirse sin tomar las dosis diarias de polémicas, exclusivas, insultos y reprimendas despachadas desde el micrófono por un tipo que, con millones de admiradores y detractores, creó escuela, deben leer ésta biografía no autorizada. Si lo hacen devorarán con fruición sus páginas y accederán a un retrato, sólidamente estructurado, del periodista que arrasó con todo y con todos y de la persona tímida en su fondo y soberbiosa y prepotente en sus formas, que nos descubre pasajes de una vida pródiga en situaciones, encontronazos y anécdotas.

Ferrer Molina ha realizado un grandísimo trabajo de investigación, riguroso y completo. Ha bebido en múltiples fuentes informativas y ha sabido culminar su labor con un texto que desprende frescura y amenidad, que son virtudes propias de quienes, como él, saben hacer de la escritura un ejercicio de naturalidad y gracia. Me sentí privilegiado y agradecido por ser de los primeros que pudo leer el libro. Ahora, con él entre las manos, experimento la íntima satisfacción de que Vicente Ferrer Molina fuera, en aquéllos primeros años temblorosos de SECTOR DEL JUEGO, uno de los nuestros. De los que nos hacen sentir y vivir el periodismo junto a la tinta fresca de cada mañana.