Ahora que está tan de moda inventar acrónimos para identificar a varios futbolistas de un mismo equipo, me sumo a esta tendencia y declaro instaurada la doble M. Manuel (Fernández) y Miguel (García), de FEMARA.
La doble M supo dotar a su II Open Fórum de un mensaje nítido, sin lucir un hermafroditismo dialéctico tan al uso en nuestro sector. "No es lógica que una autorización de juego online ampare la instalación de terminales en el canal presencial. Nosotros si queremos operar en el online debemos darnos de alta en ese canal. El online si quiere el presencial que haga lo mismo". Un crochet al rostro de alguna Administración presente (llámese DGOJ, sobre todo) que por el contrario evita un espectáculo pugilístico que algunos se empeñan en anunciar. ¡Qué no, hombre!. ¡Qué no!. La doble M no se opone a las nuevas tecnologías ni al progreso, quiere que al recreativo se le hable de usía porque ahora el tuteo ya no vale. Las CCAA y el Estado deben mimar a una industria con 11.681 puestos de trabajo (según el Informe del Juego 2014-2015 de la Fundación Codere) y una recaudación tributaria de 729.382.282 millones de euros. ¿O ustedes piensan que un empresario gratifica de la misma manera a sus trabajadores independientemente del grado de eficiencia?.
La doble M no utiliza regates léxicos, va al grano. “La convergencia (qué está muy bien, esto es cosecha del articulista) es una unificación de criterios e igualdad en la tributación”. ¿O es que debemos premiar al que aporta menos impuestos y genera menos riqueza laboral y social?. ¡Qué no, hombre!. ¡Qué no!.
Ahora algún lector, con maledicencia y cortedad de miras, usará este artículo para tacharme de recalcitrante-y-vendido-defensor-del-juego-tradicional. Nada más lejos de la realidad, lo invito a que siga nuestras newsletters diarias (si no lo hace ya, pues somos la revista de referencia de la industria). Debemos aprovechar las oportunidades del entorno digital pero también preservar un negocio dinamizador de la economía nacional. Y cuándo se alcance un punto de equilibrio, daremos por zanjadas polémicas que no son tales.
La doble M afirma que hay futuro para las máquinas recreativas en hostelería. Lo veremos.