Hablaba en mi artículo de ayer que el juego estaba empezando a desarrollar una actividad de carácter solidario para atender diversas causas dignas de ayudes y colaboración. Estamos en ésas cuando recibimos noticias de lo que viene haciendo la Fundación FBM, perteneciente al Grupo que lidera Rui Francisco y que tiene una presencia muy destacada en diversos países del mundo.
La Fundación FBM, que dirige Vitor Francisco, centra su atención en los colectivos más vulnerables, trata con sus acciones de cambiar la vida de las personas, pretende auxiliar a los que carecen de casi todo y asume una función que no tiene otra finalidad que no consista en llevar un rayo de esperanza donde sólo existe oscuridad, abandono, falta de medios y desesperación.
Las disparidades sociales son una constante que se agudiza en nuestros días. Y ahí quiere estar FBM con su fundación para tratar, en la media de sus fuerzas, de atenuar el impacto de ésos desajustes que claman al cielo y demandan de sensibilidad y un espíritu abierto hacia los casos que están pidiendo a gritos comprensión, receptividad y ayuda.
Es digno de resaltarse el entusiasmo de Vitor Francisco, director de la Fundación FBM, al dar cuenta de las actuaciones que en el ámbito solidario están llevando a cabo en Filipinas y que proyecta extenderse a otros países. Este apostar por la humanización de la empresa, por salir al exterior y establecer contacto con la realidad de la calle y sus tragedias, por tomarle el pulso a la injusticia, por dar la mano al que se hunde y satisfacer la ilusión de un niño, por contribuir, en síntesis, a crear un mundo más justo y habitable denota calor humano. Es la carta por la que apuesta de manera admirable FBM y hay que agradecérselo.