Autor

DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Enrique Burgos en la trastienda

17 de junio de 2024

En ocasiones suelo discutir acalorada y amigablemente con Enrique Luís Burgos Aguado, uno de los fundadores y de las cabezas visibles de BINGOS REUNIDOS, empresa ejemplar que lleva muchos años dejando constancia de su fortaleza y bien hacer en el sector. Y digo que me enzarzo de manera cordial con Enrique por su resistencia pertinaz a aparecer como protagonista empresarial o asociativo aún contando con atributos más que sobrados para ello. Enrique es sistemáticamente contrario a aparecer en los papeles. No alberga el menor deseo de figurar ni quiere proyectar su imagen profesional para nada. Le he insistido en repetidas ocasiones que no es justo que se cierre en banda cuando está en disposición de hablar con sentido de lo que dice y con la experiencia necesaria para aportar opiniones dignas de ser tomadas en consideración. Ninguna reflexión ha servido para apearlo de su postura, muy férrea en éste sentido.

Enrique Luis Burgos conoce muy a fondo los múltiples vericuetos que llevan al manejo diestro de bingos y máquinas. Está, desde los albores del juego, en la primera línea de fuego aunque muy bien atrincherado. Lo suyo ha sido y es el combate, el trabajo, la iniciativa pero desde la trastienda. Sin el mínimo afán por figurar o tratar de sacar la cabeza para conquistar el primer plano. Su postura en éste sentido ha sido tajante y sin admitir relación de signo contrario.

Esta obstinación de Enrique por no ser noticia aunque sea actor principal particularmente del bingo, y de otras actividades empresariales, no han impedido a lo largo del tiempo una relación estrecha, a pesar de lo esporádica, con él y muy cordial, muy de amigo. En la que tras su aparente seriedad se enmarca un afilado sentido del humor, del que saca buena punta. Desde mi terraza de Agres, en la sierra Mariola, lo veo o mejor lo imagino en su finca de Bocairent en la que trabaja, se explaya y disfruta. Ahora, eso sí: testimonios gráficos los justos. Y si puede ser ninguno mucho mejor. Enrique Burgos en estado puro.