Autor

DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

El ventrílocuo

16 de junio de 2023

A raíz del pacto suscrito por PP y VOX en la Comunidad Valenciana escucho y leo lo que  dicen la mayoría de ministros del gobierno y otros miembros de su partido. Y me asombra, hasta el extremo de causarme estupor por si la cabeza me está traicionando, el oír que todos sin excepción repiten idéntica cantinela con música de bolero caribeño: “El PP hablaba de líneas rojas con VOX y ahora le pone la alfombra roja.”

Después de escuchar esto más de una veintena de veces dicho al unísono, por gentes presuntamente preparadas y serias, me da la impresión de que quienes así se expresan han sido clonados y desprovistos de su auténtica personalidad siendo sustituíos por la voz de un ventrílocuo que es quién verbaliza lo que dicta la voz suprema,  leáse el publicitario de turno, el que está de guardia para que todo quisque repita cual papagayo entusiasta la consigna del día.

No deja de ser triste, por lo insólito y lo chocante, que los miembros de un consejo de ministros, y miembras también, personas teóricamente con aureola de poseer mentes bien equipadas, se reconviertan de la noche a la mañana en un grupo de párvulos a los que hay que enseñar el catón que incluye la lección de cada día y el sonsonete que debe repetir cada uno de ellos y ellas sin que tengan que ruborizarse por verse metidos de hoz y coz como protagonistas de unas secuencias risibles y bochornosas al mismo tiempo.

Lo del ventrílocuo y sus fieles intérpretes es una demostración clara del ejercicio del pensamiento único. Que anula voluntades y transforma la política en dogma y en pleitesía ciega a la voz del que manda. En el caso que nos ocupa el ventrílocuo. Mal escenario para un sentido de la democracia que se ve subvertido, presa del mando al que nadie osa faltaría más rebatir nada.