Autor

DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

El susto

8 de enero de 2020

Mi amigo está asustado, tiene tembleques y no pega ojo. ¿Qué te pasa?, le pregunto. Y me responde que el anuncio de que un comunista, declarado y ufano de su condición, pueda ser el ministro de España y ocuparse del juego le asusta más que la sombra alargada de Frankestein. Procuro tranquilizarlo, le pido calma y serenidad. La noticia es mala de cojones, porque de éstos tíos que se dicen progresistas hay que esperarlo todo menos progreso, pero no es cuestión de anticipar cataclismos, que a lo peor vienen pero tampoco hay que dejarse vencer por el desánimo.

De éstos tipos, cuya ideología es un modelo de retraso y fracaso universal, hay que esperar cualquier barbaridad. Si bien, en el caso que nos ocupa, conviene saber que tendrá sus competencias limitadas aunque sus postulados sectarios, de patente podemita, ya han calado y se han propagado en el desgraciado escenario político que nos ha tocado vivir. Lo que no anticipa bonanza precisamente.

A mí el susto, sigue diciendo mi amigo, no me lo quita nadie y la pérdida de sueño tampoco. Sosiégate, le insisto. Nos queda la esperanza de que ésta gente, cuando toca poder, pone freno a sus ínfulas revolucionarias y se apoltrona en la buena vida, con mantel incluido. Y ahora que no me oye mi amigo se lo confieso a ustedes, queridos lectores: lo de un comunista tutelando el juego es el suceso más dramático del año que ahora iniciamos. Y lo digo no asustado pero una miajilla intranquilo.