La vida está llena de paradojas, de situaciones caprichosas que parecen más propias de una novela que de la realidad que nos circunda. Quién se hubiera atrevido a predecir que la historia de los hermanos Lao en el juego convergería de nuevo en el seno de la empresa madre, la que los hizo grandes, poderosos y muy millonarios. Los caminos de Manuel y Lao tomaron sendas diferentes al quedarse el primero como único propietario de CIRSA y optar el segundo por el vuelo individual para retornar más tarde a sus orígenes y crear GiGAMES.
Manuel vendió CIRSA y ahora ésta compra la corporación de juan. Todo un cruce de destinos que ha unido, en buena parte, lo que hace años se separó para posteriormente entrar en fuerte y dura competencia y volver al final al punto de partida.
Manuel y Juan Lao, primero juntos y luego divididos, han sido parte esencial de la historia del juego en España. Al final de la carrera sectorial su legado del juego vuelve a estar unido pero en otras manos. Es un reencuentro real pero en clave de ficción. Y quién le iba a decir a Manuel, que tanto ansiaba, en su condición de líder temperamental y audaz hasta la exageración, poseer un casino en Cataluña que su sueño sería realidad una vez vendida CIRSA. Y que vendría de la mano de Juan. Jugarretas del destino, que es burlón y caprichoso.