Autor

DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

El Ministro Garzón

19 de febrero de 2020

No puedo adelantar cual será el grado de eficacia del ministro Alberto Garzón en su misión al frente de Consumo. Si bien intuyo por donde podrán ir los tiros. Pero conviene no anticipar juicios de valor. Lo que sí es incontestable es que Garzón se ha encaramado hábilmente al trapecio del juego y en un mes que lleva en el cargo ha aparecido más en los medios informativos que sus antecesores en los últimos cuarenta años. Aquéllos se escabullían del juego como alma que escapa del diablo y éste le ha tomado gusto al asunto, quizás porque el trabajo que tiene no es excesivo, y ahí anda lanzando mensajes, departiendo con unos y con otros y haciendo de la corbata ministerial una prenda insustituible. Los ascensos en política obran el milagro de transformar las indumentarias y suavizar el radicalismo de las ideologías.

Garzón está sabiendo publicitarse como guardián protector de los ludópatas y guerrero luchador que trata de alejar a los jóvenes de las tentaciones perniciosas. Y lo está haciendo desplegando una función ministerial que irradia buenismo y campechanía. Y abriendo las puertas al sector y a sus representantes que están la mar de contentos de poderse codear de tú a tú con todo un ministro y de filiación comunista además. Esto no había acontecido desde que se legalizó el juego y algunos lo están celebrando por todo lo alto.

El ministro Garzón imparte clases magistrales de autopromoción y de paso se camela al sector. Luego vendrá lo que vendrá que no sabemos pero lo intuímos. Y hasta que llegue el día D: ¡vaya lección de marketing político!.