Autor

DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

El ejemplo de las tierras de Castilla y León

21 de octubre de 2016

Este año vamos a Segovia. El acueducto hecho piedra de siglos e historia y el cochinillo dorándose a fuego lento en el mesón. Segovia monumental y hospitalaria nos aguarda para escenificar un cruce de abrazos compartidos en un paisaje del que trasciende la lírica profunda de las tierras castellanas. Se nos brinda un año más la oportunidad de realizar una escapada didáctica en el más amplio sentido. Cultural y empresarial. Profesional y amigable. Alicientes de peso para volver a los caminos hollados por hidalgos, romanceros y clérigos que forjaron los cimientos de una población patrimonio de la humanidad que tiene el poder de anegar de belleza la mirada.

Son trece años ya los que nos convocan a la visita de las tierras de Castilla y León. Una invitación que la Junta asumió en 2003 y que ha venido manteniendo con rigurosa puntualidad a lo largo de los ejercicios. Y ha marcado un hito que ninguna otra administración se ha atrevido ni siquiera a emular. 

En otras ocasiones he escrito sobre las reservas que no ocultan la mayoría de administraciones a la hora de significarse con el juego. Ayer sin ir más lejos me refería a la escasa o nula predisposición que los consejeros territoriales responsables de la actividad y los propios reguladores muestran cuando se trata de visitar un establecimiento de juego. Evitan los contactos públicos, la puesta en escena que empareja al poder político con el sector. 

La Junta de Castilla y León se ha mostrado en éste aspecto tan abierta como comprometida. Congreso del Juego abanderado por ellos, defendido por ellos y protagonizado por sus miembros, desde el consejero hasta el último componente del departamento. Y lo ha hecho y lo repite junto a las asociaciones empresariales. Trabajando en común y arrimando el hombro. Toda una lección castellana en la que tendrían que mirarse, y aprender, el resto de territorios. .Que tomen nota.