Mis inicios periodísticos con el juego están vinculados al bingo y concretamente a EJUVA donde promoví y dirigí la cabecera que llevó su nombre y que sirvió para trasladar la problemática sectorial a toda España. Con tales antecedentes no es extraño que me catalogue como un “binguero” más, quitándole al tema cualquier matiz despectivo. Y me cabe la satisfacción de proclamar que las gentes del bingo también me han considerado a lo largo de los años, de los hechos vividos y de las amistades forjadas, uno de los suyos. Y me siento orgulloso de ello.
Desde la primera edición de EXPOJOC el bingo valenciano ha estado al lado de la muestra. Por sentido de valencianía, por entender donde estaba su sitio en una convocatoria al juego español lanzada desde aquí y por considerar que una iniciativa de ésta naturaleza merecía ser apoyada por las instancias empresariales. Y las tres asociaciones, EJUVA, ALEBIN y GREBIN han sido fieles a ése compromiso en todas las ediciones. Y lo han hecho sin plantear exigencias de ningún tipo, reafirmándose en un acuerdo que se mantiene sin problemas más allá del transcurrir del tiempo y de los relevos directivos.
Julián Sánchez ( EJUVA ), Vicente Coves ( ALEBIN ) y David González ( GREBIN ) han dado otro año su respaldo sin reservas a EXPOJOC como patrocinadores del evento. Y lo han hecho siguiendo una línea de conducta inalterable desde que diez años atrás se les explicara las bases del proyecto por parte de su creador, José Ignacio Ferrer. Tengo que hacer referencia a aquéllas conversaciones primerizas sobre el tema con mi muy recordado Alfredo García Murcia cuya reacción ante la presentación del evento no dejó lugar a dudas: “Estaremos donde tenemos que estar.”
Con mi reconocimiento hacia el bingo valenciano y con las historias que llevo detrás no es raro que me considere un “binguero” más. Con todas las de la ley.