Dos grandes empresas del juego, de capital netamente español, se fusionan. Y nace un gigante de la industria con proyección en todos los ámbitos del sector y con una vocación internacional reforzada. Esta es la noticia protagonizada por ORENES y FRANCO, de cuya culminación se venía hablando de un tiempo a ésta parte y que finalmente ha sido objeto de acuerdo.
La información en la que ambas compañías dan cuenta de la fusión habla de que ésta se ha llevado a cabo con la voluntad de seguir creciendo y de dar un paso más en su proceso de consolidación como referente del ocio y del entretenimiento. Al tiempo que se subraya la lógica intención de experimentar nuevos avances, abrir nuevos mercados, fortalecerse ante los retos que se pretenden abordar e incrementar su posicionamiento como uno de los principales operadores globales del sector.
A falta de mayores concreciones, que sin duda se irán conociendo en la medida que la fusión vaya desarrollándose y ensamblando sus estructuras de funcionamiento, lo muy positivo de la noticia es que dos grandes del juego, con raíces e historia, suman, se autoalimentan, estrechan lazos y adquieren una dimensión empresarial de auténtico gigante. Esto garantiza que dos grandes del juego español seguirán con vocación de liderazgo ocupando un lugar preeminente en nuestra industria a todos los niveles. Y apostando decididamente por ella y su futuro. Lo que en los tiempos que corren empresarialmente es mucho.