Autor

DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Don Simón

16 de febrero de 2021

Después de un año aguantando sus peroratas, sus sies pero noes, sus vacilaciones y sus tonterías, sus aquí no pasa nada y resulta que se arma la gorda, sus risitas y sus consejos de los que hay que huir, ¿ alguien puede tomarse en serio a Don Simón, un tipo que da la impresión de tomárselo todo a coña ? Hablamos de un personaje que a base de chupar cámara en televisión, de estar de forma permanente en el foco de la desinformación, de hacer malabares con los pronósticos y no acertar ni uno se ha convertido en una figura popular, aplaudida y festejada por muchos lo que confirma que la pequeña pantalla hace de un zote una estrella y todos a celebrarlo. Y así nos va por supuesto.

Como Don Simón es buen vasallo comparte la ojeriza que su jefe Sánchez tiene con Madrid. Y al hilo de la misma sale diciendo que en las comunidades en las que se han adoptado medidas drásticas con la hostelería el descenso de la transmisión de la pandemia es el doble de aquéllas que no han cerrado los establecimientos. Y argumenta datos científicos.

A éstas alturas del Covid-19, cuando llevamos un año soportando las mentiras de Don Simón, algunas de grueso calibre, tragándonos lo de su comité de asesores que nunca existió, sus gracietas y sus frivolidades que son abundantes, no podemos creernos en modo alguno su aseveración de que la hostelería es un foco de transmisión, máxime cuando alude a criterios científicos. ¿ De donde provienen ésos datos ? ¿ De los científicos que nadie identifica porque son pura filfa y engañifa ? ¿ De sus conocimientos en la materia que no han transmitido certeza ninguna ?

Si Don Simón ahorrara en apariciones televisivas, en palabras, en predicciones y consejos seguro que muchos españoles dormiríamos un poco más tranquilos. Dentro de ésta alucinante pesadilla en la que Don Simón desempeña un protagonismo no se a título de que.