Rafael Domínguez Fuentes, abogado y secretario general de ASOBING en cuya entidad lleva trabajando, como profesional esencial, durante cuatro décadas, que ya es tiempo, es un personaje singular en una Sevilla singularísima que huele a eterna primavera. Al margen de su dedicación jurídica al bingo y sus pormenores, sobre los que deja constancia de su experien-cia, Domínguez ejerce desde hace años de presidente del Real Club de Golf de Sevilla. Tiene espíritu golfista, dicho esto con el mejor sentido de la expresión, y su pasión por éste deporte le aupó al puente de mando del Club, donde se da cita la flor y nata de la sociedad hispalense.
La jornada de integración entre ASAEBIN y ASOBING la vivimos en las instalaciones magníficas del Club, en las que en medio de un paisaje idílico se respiraba un ambiente propicio a la relajación y el entendimiento que son palabras mayores. Pasamos al almuerzo, sobre cuyo desarrollo culinario tenia mis dudas dada mi condición de gastrónomo exigente. Y saltó la sorpresa más satisfactoria. Supongo que la influencia del señor presidente se dejó sentir y mucho en la estupenda lección gastronómica que nos ofreció el Real Club de Golf de Sevilla, con una mención muy especial para unos platos de mariscos más que recomendables. Y contando con el concurso de una camarera, que me tocó en suerte, que desplegó a lo largo del servicio un sinfín de atenciones y de saber estar que no es hoy en día lo más usual en hostelería. En éste plano, para mi esencial, chapó por el presidente.
Aparte de éstas confidencias quiero agradecerle a Rafa Domínguez la invitación que me hizo para que pronunciara unas palabras brindando por el hermanamiento asociativo de ASAEBIN Y ASOBING, de Henar y Benítez, dos amigos del alma que consiguieron sacarme de Valencia para compartir abrazos y emociones, con ellos, con mi admirado Manuel Vázquez y otros amigos. Día redondo querido Rafa en el que no olvidaré tu gesto y mucho menos las horas dichosas que tuve la suerte de compartir en una Sevilla de mis amores cuya estampa evocaré hasta el fin de mis días.






