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DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Dislates presidenciales

1 de octubre de 2019

Se están diciendo muchos dislates sobre el juego, se difunden numerosas noticias falsas que sólo buscan alarmar y en éste ambiente de envenenada desmesura hay que apelar a la cordura. Y precisamente por ello los políticos no son los llamados a echar gasolina al fuego para que se incendie la calle clamando contra la actividad.

El otro día el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, compareció en las Cortes y habló sobre el juego. Dijo que en la Comunidad Valenciana se juega más que en la media española y anunció medidas normativas, entre las que figuran una nueva Ley de Juego. Puig anunció un endurecimiento de las sanciones y otras normas con la intención de evitar la proliferación de mini-Las Vegas en la Comunidad Valenciana.

A un político, y muy en particular si ostenta la máxima responsabilidad de un territorio autonómico, conviene pedirle un cierto grado de equilibrio en sus manifestaciones. O sea que no desbarre, que no lleve su discurso al efectismo ventajista, que sea mesurado en sus juicios. Porque venir a decir que el territorio valenciano es una especie de mini-Las Vegas es una insensatez propia de un populista. Y uno quiere pensar que el señor Puig es más serio que todo eso. Si bien con equiparaciones como las descritas parece todo lo contrario. Y nos da un dato más para la antología del disparate.