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DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Demasiadas ausencias

19 de noviembre de 2021

El año pasado se nos llevó por delante a destacados empresarios del bingo. Y éste ejercicio que estamos a punto de cerrar también se ha saldado con varios decesos. Estoy hablando de personas que nos han dejado y con las que tuve en la mayoría de los casos, un trato muy cercano cuando no de amistad fraternal. Decía el maestro González Ruano, tan denostado hoy en día, en la hora de las despedidas: ”¡que solos se quedan los muertos !”

Se quedan solos los muertos pero aquéllos que estuvimos cerca de ellos, compartiendo vida, milagros, tristezas, inquietudes y alegrías también recibimos como legado postrero una porción de soledad simbolizada por la ausencia de quienes formaron parte de nuestro entorno vital y han dejado el hueco irreparable de la añoranza, de la memoria, del recuerdo que nos hace volver la vista atrás y pensar que, por la simple matemática de la edad, nos vamos acercando de manera inexorable a la última esquina de la existencia.

Cuando llegamos al puerto de una edad avanzada, tras una travesía cargada de vivencias de todo signo, y nos percatamos de los que dejamos muy atrás, de los que ya no están y con los que estuvimos y disfrutamos, la sensación de soledad se acrecienta y un halo de melancolía nos invade. Nos queda el recuerdo íntimo de suplir el vacío de los que se fueron con la comunión que nos unió a ellos, que nos humanizó y nos hizo mejores. No obstante, son demasiadas ausencias y el alma no se serena.