El Grupo VALISA, que preside Pepe Vall, ha creado su propio Decálogo de Juego Responsable. Y hay que felicitarlo sinceramente por su valiosa aportación. Se trata de una síntesis muy completa sobre un puñado de recomendaciones que merecen ser atendidas por los usuarios que alberguen la aspiración de pasarlo bien jugando.
El Decálogo de VALISA define el juego como lo que realmente debe ser: un ejercicio despreocupado de entretenimiento, un escape para pasarlo bien. Y para conseguirlo hay que hacerlo eligiendo los establecimientos adecuados, con todas las reglas de seguridad requeridas. Unos juegos que pueden elevar la capacidad de distracción si se comparten con amigos, si se saben socializar los ratos de ocio.
Previene el Decálogo sobre la conveniencia de no utilizar el juego como vía de escape para evadir problemas. Y alerta para eludir los impulsos, que tienen que ser controlados, y evitar a toda costa jugar bajo los efectos del alcohol.
Con suma sencillez y enorme claridad VALISA pone el dedo en la llaga y ofrece un tratado del juego responsable lúcido, directo y extremadamente útil. Pepe Vall y su gente, avezados profesionales, han dado en la diana de lo que debe ser el juego con pautas de comportamiento tan recomendables como eficaces.