Autor

DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Buenos Aires mon amour

24 de mayo de 2024

Está Argentina en bocas por lo de Milei y la reacción del gobierno español y sus corifeos. No entro en éstas cortinas de humo que sirven para entretener al personal y hurtarles el foco de los problemas latentes, que no son pocos y de grueso calibre. Saco el tema a colación por el hecho de que Argentina me parece un grandísimo país que lleva décadas, cuantiosas, siendo víctima propicia de políticos populistas que se han dedicado afanosamente a esquilmarla hasta dejarla económicamente en cueros. Pobre Argentina, nación fértil, próspera y culta presa a lo ancho del tiempo de iluminados y presuntos benefactores que se dedicaron a las mordidas y al enriquecimiento personal en tanto el país era abocado al precipicio por tipos y tipas de mucha labia y nulos escrúpulos. Argentina grande atrapada en la red del embaucamiento colectivo que han manejado y manejan tunantes profesionales de distinto credo y condición.

Confieso ser un enamorado de Buenos Aires, de sus avenidas interminables, de sus zonas urbanas que irradian señorío y distinción, de sus cementerios que hacen de la piedra una invocación al arte y al recuerdo. Su nómina de teatros de muy variada condición es muestra fidedigna de su compromiso con la cultura, de su amor por la palabra y la canción. He frecuentado sus cafés, tomado maté de hojas del Paraná y me he quedado prendado, en plena calle, del baile de aquélla pareja que hacía del tango un ejercicio virtuoso y sensual.

Puerto Madero permanece vivo en mi retina. Dibujando un cuadro único de colores y sabores que subyugan abriendo la puerta a la cara festiva de la vida que allí se disfruta como en pocos lugares y entre una sucesión de imágenes de singular belleza. Evoco unos paseos impregnados de lirismo desde el entonces recién estrenado Hotel Hilton hasta la Casa Rosada para dejarme abrazar por la arquitectura suntuosa del barrio de La Recoleta.

Los variados viajes a Buenos Aires, con los que compartí relación y afecto con mi gran amigo Carlos Vázquez Loureda, se han quedado archivados en el albúm selectivo de la memoria. Donde perduran los grandes momentos y las cálidas emociones. Buenos Aires, mon amour. Siempre.