Los trabajadores de los salones de la Comunidad de Madrid han estallado, se han levantado en armas verbales para decirles alto y claro a los dinamiteros de Podemos y de Izquierda Unida, que comparten credo y objetivos, que basta ya, que ya está bien de jugar con su futuro y sus empleos, que cesen en su campaña de mentiras y manipulaciones, que abdiquen de ésa pretensión tan necia como claramente antisocial destinada a provocar el cierre de sus locales parapetándose en acceso de menores que son falsas, que no están probadas, que obedecen a un ideario ideológico que tiene a los juegos de azar, ojo a los privados, en la diana de una obsesión enfermiza.
Cuando se producen denuncias de ésta naturaleza, cuando se pone el dedo en la llaga para sacar los colores a quienes hacen del descrédito hacia un sector, regulado hasta los máximos extremos, un objetivo de clara desestabilización, cabe preguntarse: ¿ Y son éstos tipos los que se autoproclaman defensores de la clase trabajadora? ¿ Son éstos indeseables los que dicen estar en la lucha obrera, en la pelea por el mantenimiento del empleo mientras opositan tenazmente para colocar en situación de riesgo a un colectivo de 9.000 empleados ? ¿ Son éstos los sociales, los del traje de faena o los que chupan de la mamandurria ?.
Basta ya camaradas de tanto ataque y tanto jugar, asquerosamente, con el sostén de muchas familias. Basta de deslealtad a principios que no respetáis. Basta de engañifas y desafueros. Y por favor: poneros a trabajar de una puñetera vez.