La Asociación Valenciana de Operadores de Máquinas Recreativas (ASVOMAR) ha cumplido cuarenta años. Cuatro décadas de funcionamiento es un dato respetable que habla por sí sólo. Y lo hace dando cuenta de estabilidad, de haber sabido generar confianza, de fidelidad de unos afiliados que se han visto atendidos y nunca defraudados. De no ser así la entidad se hubiera esfumado con el paso del tiempo víctima de la inoperancia o de la falta de respaldo.
Hay por tanto un espíritu de madurez que certifica la existencia de ASVOMAR y que ha servido para proporcionar continuidad y fortalecimiento a la entidad. Otro aspecto que conviene resaltar es que su presidente, Luis Portolés, está ejerciendo el cargo durante los últimos veintidos años. Otra prueba de la existencia de un espíritu continuista que se mantiene fiel a unos postulados y que hace las cosas como debe. En caso contrario se habrían producido cambios de rumbo sustanciales en cuanto a procedimientos y personas que no han tenido lugar.
ASVOMAR insiste en el fortalecimiento de los lazos de unión en el recreativo valenciano. Agrupar esfuerzos en casos concretos que afectan de manera directa a los intereses generales del subsector no es una propuesta a desestimar. Antes al contrario: debe ser objeto de diálogo y voluntad de entendimiento. Pero es complicado de lograr cuando entran en juego presuntas hegemonías o protagonismos personales. Y sabido es que la dispersión debilita. Todo ello no impide celebrar los cuarenta años de ASVOMAR como idea asociativa que ha cuajado y perdura de cara al futuro. Y que se reafirmará en su ideario con la presencia destacada en EXPOJOC 2023.